Palabras de Bartolomé Vanzetti al ser condenado a muerte. Aporte de Lucía Ivorra.

El martes vamos a conversar de la denominada «pena de muerte». Como anticipo, un texto que comparte con nosotros Lucía Ivorra, alumna del cuatrimestre pasado de la comisión (como ella no lo dice, yo puedo decir que Lucía obtuvo un 10 en la materia, ja).

Bartolomé Vanzetti: ¿tiene usted alguna razón que manifestar, en virtud de la cual no pueda ser condenado a muerte?

– Si. Lo que yo digo es que soy inocente. Que no sólo soy inocente, sino que en toda mi vida, nunca he robado, ni he matado, ni he derramado sangre. Esto es lo que yo quiero decir. Y no es todo. No sólo soy inocente de estos dos crímenes, no sólo que nunca he robado, ni matado, ni derramado sangre, sino que he luchado toda mi vida, desde que tuve uso de razón, para eliminar el crimen de la Tierra.

Ahora, tengo que decir que no sólo soy inocente de todas esas cosas, no sólo no he cometido un crimen en mi vida; algunos pecados sí, pero nunca un crimen; no sólo he luchado toda mi vida por desterrar los crímenes, los crímenes que la ley oficial y la moral oficial condenan, sino también el crimen que la moral oficial y la ley oficial no condenan y santifican: la explotación y la opresión del hombre por el hombre. Y si hay alguna razón por la cual yo estoy en esta sala como reo, si hay alguna razón por la cual dentro de unos minutos va usted a condenarme, es por esa razón y por ninguna otra.

¿Es posible, que sólo unos pocos individuos del jurado, sólo dos o tres hombres, que serían capaces de condenar a su propia madre a cambio de honores mundanos y bienes terrenos; es posible que ellos tengan razón contra el mundo, todo el mundo que ha dicho que están equivocados y que me consta que están equivocados?

Si hay alguien que pueda saber si tienen razón o no, somos yo y este hombre. Hace siete años que estamos juntos en la cárcel. Lo que hemos sufrido durante estos siete años, ninguna lengua humana lo puede narrar y, sin embargo aquí estoy delante de usted y no tiemblo, lo miro derecho a los ojos y no me ruborizo y no cambio de color, y no tengo vergüenza ni miedo.

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Desde el día que ingresé a la prisión de Charlestown, la población de la cárcel se ha duplicado. ¿Dónde está la nueva moral que la guerra ha traído al mundo? ¿Dónde está el progreso espiritual que hemos alcanzado a través de la guerra? ¿Dónde está la seguridad de nuestra vida, la seguridad de obtener el mínimo de cosas que necesitamos? ¿Dónde está el respeto por la vida humana? ¿Dónde están el respeto y la admiración por las características nobles y sanas del alma humana? Nunca antes de la guerra hubo tantos crímenes como ahora, tanta corrupción, tanta degeneración como la que hoy reina.
Bueno, ya he dicho que no sólo no soy culpable de estos crímenes sino que nunca he cometido un crimen en mi vida; nunca he robado, ni matado, ni derramado sangre, y en cambio siempre he luchado contra el crimen. He luchado y me he sacrificado para borrar de la Tierra incluso aquellos crímenes que la ley y la iglesia legitiman y santifican.

Quiero decir esto: que no le deseo a un perro ni a una serpiente, al ser más bajo y despreciable de la Tierra, no le deseo lo que yo he tenido que sufrir por crímenes de los que no soy culpable. Pero mi convicciÓn más profunda es de que yo he sufrido por otros crímenes, de los que sí soy culpable.

Somos anarquistas; creemos en la anarquía, que no es ni una secta ni un partido, sino una filosofía que, como todas las otras filosofías, tiende al progreso y a la felicidad humana. Nuestra aspiración suprema es la eliminación de toda forma de violencia y la mayor libertad de cada uno y de todos, realizada con la eliminación de toda forma de opresión y de explotación del hombre por el hombre. Nuestro sentimiento y nuestro ideal de justicia están fundados en el principio del respeto y de la dignidad humana, de la igualdad de los hombres en los orígenes de la naturaleza y en la igualdad de sus derechos y de sus deberes.

Nosotros nos llamamos libertarios, lo que significa, en resumen, que creemos que la perfección humana debe ser obtenida con el máximun de la libertad y no por efecto de coerción, y que todo lo que hay de malo en la naturaleza humana y en la conducta de los hombres, puede ser eliminado solamente con la eliminación de sus causas y no con la coerción o alguna imposición que provocan mayores daños, agregando mal al mal.

Nosotros no somos tan torpes como para creer o sostener que las instituciones humanas pueden ser cambiadas en un día. El cambio deberá ser gradual. Pero creemos que un cambio debe tener lugar y que tiene que efectuarse en el sentido de mayor libertad y no de mayor violencia. Es por eso que somos contrarios a toda teoría de comunismo o de socialismo, autoritarios, porque tienden a volver a soldar más o menos fuertemente las cadenas del espíritu humano, mientras nosotros somos adversarios del sistema actual porque está basado en la violencia.

Por esta causa estamos satisfechos de sufrir y de morir, pero no por el bajo y grosero crimen de Braintree …

Yo he sufrido y sufro porque soy un militante anarquista, y es cierto, lo soy. Porque soy italiano. Y es cierto, lo soy. He sufrido más por lo que creo que por lo que soy; pero estoy tan convencido de estar en lo cierto. que si ustedes pudieran matarme dos veces, y yo pudiera renacer otras dos, volvería a vivir como lo he hecho hasta ahora.

Un comentario en “Palabras de Bartolomé Vanzetti al ser condenado a muerte. Aporte de Lucía Ivorra.

  1. Es una declaración muy emotiva, quizás no en comparación a una película cebollera, pero si tiene el romanticismo que refleja toda lucha por la libertad… Tiene esas palabras que no son de un gran filosofo conocido pero si llegan al corazón de todos los que luchamos día a día contra esa gran maquina que cobra victimas a cada segundo, así como sacco y vanzetti en la silla eléctrica, como todas las personas que mueren de hambre, como las victimas de guerras… Lo único que reformaría de todo esto sería el antropocentrismo, la opresión del hombre por el hombre es una parte, pero si se le suman la opresión del hombre hacia las demás especies animales, hacia el planeta entero creo que reflejaría mas la libertad que anhelo, esa libertad para tod@s… Obviamente el contexto actual es muy diferente al que vivieron ellos y no voy a juzgar a nadie, es solo mi visión actual de las cosas… Comunicar y mantener vivos a sacco y vanzetti hacen que sus existencias no hayan sido en vano.

    salud!

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